MECANISMOS AUXILIARES AL SISTEMA ELECTORAL





Cabinas electorales
Descentralización electoral (Elecciones no coincidentes en el tiempo para todas las circunscripciones o municipios)
Destrucción de listados de votantes


Cabinas electorales

Una de las más lamentables carencias del procedimiento electoral español son las cabinas electorales. La obligatoriedad del uso de la cabina, como acto previo al voto, es el único un mecanismo que puede preservar el secreto electoral. El hecho de que TODOS los votantes tengan que pasar por la cabina, y formalizar su voto en el interior, permitiría asegurar que siempre exista un espacio privado para el elector. Especialmente para aquel elector que necesita dicha privacidad. El civismo de todos podría eliminar cualquier forma de coacción.

El procedimiento electoral español puede calificarse de "bananero". Las papeletas se amontonan a la vista del público. Es esperpéntico ver a numerosos votantes coger varias papeletas para disimular su voto. Recurso inútil para aquellas personas efectivamente sometidas a chantaje electoral, a las cuales ni siquiera les queda la opción de traer el voto de casa o simplemente abstenerse.

Existen diferentes circunstancias bajo las cuales el votante es coaccionado. Las pequeñas comunidades rurales con estrechas relaciones económicas, barrios o ciudades donde existen agudos conflictos políticos, y muy especialmente el ámbito familiar donde aparece el chantaje electoral. Existen numerosas relaciones familiares marcadas por dependencias económicas, religiosas, psicológicas, ... nadie puede extrañarse de que el acto del voto (que suele realizarse en familia) pueda verse sometido a presión. Gracias al nefasto diseño de los colegios electorales en España, podemos estar hablando de miles de votos prostituidos.

La inoperancia de las cabinas que el Régimen arrincona en los colegios electorales es de tal magnitud que la propia Ley Electoral es incumplida masivamente durante el "festival democrático". Cualquier persona puede comprobar que las cabinas están arrinconadas y vacias:

Es obvio deducir que el uso obligatorio de las cabinas no beneficiaría a ningún partido concreto. Y esto es algo que, tristemente, demuestra la profunda desidía del Régimen en relación a cualquier mejora democrática.

Cabinas, Federico Jiménez Losantos, El Mundo 30/Dic/97


Descentralización electoral

 Uno de los mecanismos que más empobrece el ejercicio democrático es el hecho de celebrar elecciones simultáneas en todas las circunscripciones. No existe ninguna razón para que todas las circunscripciones voten el mismo dia. O análogamente en todos los municipios. Más bien, este procedimiento agudiza el control de las élites sobre la fabricación de mayorías. Obviamente, este mecanismo de descentralización es incompatible con la posibilidad de disolución de las cámaras legislativas (dudoso derecho que hoy ejerce un poder ejecutivo, el cual no es elegido de forma directa).

En su forma más simple, la descentralización electoral supone que cada circunscripción vota, por ejemplo, cada 2 ó 3 años sin coincidir con ninguna otra circunscripción. En el caso de un estado con 50 circunscripciones supone que cada 3 ó 4 semanas la configuración parlamentaria puede variar ligeramente.

La descentralización electoral introduce el apasionante debate de la Democracia Dinámica. El hecho de que la voluntad popular se pueda expresar de forma continuada supone revalidar la actuación política en todo momento. Tal vez, desde un punto de vista sociológico, este procedimiento aumente el compromiso político de la población, motivando a algunos sectores abandonados hoy a la apatía. En cualquier caso, la dinámica electoral logra reducir los periodos de tiempo en que gobiernos impopulares se encastillan en antiguas mayorias elaboradas.

Obviamente, la descentralización electoral elimina el vergonzante espectáculo de elecciones anticipadas por motivos de oportunidad política o partidista. Y por supuesto, erradica el espectáculo circense de las campañas electorales, sumidero de fondos públicos que sólo aportan demagogia y mal gusto al debate democrático. Frente al circo electoral la descentralización puede devolver a los Programas Electorales el papel político que, tal vez, nunca han tenido.

Mediante la descentralización electoral los cambios de mayorías parlamentarias se producen lenta y sincronizadamente con la opinión popular. Este es un beneficioso efecto lateral que aumenta la "gobernabilidad", ligandola al ejercicio de la soberanía popular. Es frecuente oir a muchos políticos españoles solicitar la reforma del sistema electoral español a un sistema mayoritario, alegando justamente la "gobernabilidad" que se deriva del bipartidismo o del conglomerado único que aparece al destruir la proporcionalidad del voto. Puede compararse fácilmente la calidad democrática de ambos procedimientos para aumentar la estabilidad política.


Destrucción de listados de votantes

Durante el proceso de votación se anotan los nombres y apellidos del votante al objeto de evitar el doble voto. Sin embargo, al final de la jornada electoral dicho listado NO es destruido, quedando a disposición del Régimen. No existe disposición legal que obligue a su destrucción, a pesar de que su conservación no tiene ninguna utilidad una vez terminada la votación.

Esta grave carencia provoca un sentimiento de coacción sobre una de las libertades máximas: la libertad de voto. La tremenda pluralidad de circunstancias personales permite imaginar con facilidad la coacción que puede suponer para algún votante o sobre una persona que opta por la abstención.

Lamentablemente, la práctica termina confirmando lo que dicta la lógica. Existen ya diferentes denuncias del uso por parte del Régimen de estos listados, los cuales podrían haber sido utilizados para la localización física de votantes. El voto a partidos minoritarios que mantienen algun tipo de conflicto con el Régimen, permite la localización del votante dentro de unas pocas centenas de personas que integran una misma mesa electoral.