Lucía Draín
Y es que democracia es llanamente, ser capaces de nombrar y cesar a varios
poderes independientes. Ser efectivamente capaces. Hoy, vivimos una amarga
experiencia, en la que nos limitamos a prorratear, mediante votación,
las listas redactadas por las cúpulas de los partidos. A partir de
ahí, se genera un Estado monolítico. Juzga por ti mismo:
Elecciones al Legislativo. Los diputados al Parlamento se
eligen indirectamente. Se alcanza la categoría de candidato sólo
si se es seleccionado por las cúpulas de los partidos (listas electorales).
No existe otra posibilidad para ser elegido diputado.
Elecciones al Ejecutivo. No existen. El Presidente del Gobierno
(por abreviar, el Pte.) se elige mediante una nueva indirección. Los
afiliados que lograron ser diputados eligen al líder que los incluyó
en las listas. Obviamente.
Elecciones al Judicial. No existen. Su máximo órgano,
el Consejo General del Poder Judicial, CGPJ, es elegido por el Legislativo.
En realidad, es de dominio público que sus miembros y presidente son
pactados por las cúpulas de los partidos.
Jueces del Tribunal Supremo. Nombrados por el CGPJ. Se sospecha
que pueden ser también pactados. Impresionante.
Tribunal Constitucional. Nombrado por Legislativo, Ejecutivo
y CGPJ. Es decir, cara y cruz de una misma moneda. Produce escándalo
público los chalaneos de los partidos en el nombramiento de sus miembros.
Elecciones a la Jefatura del Estado. No existen. Es hereditaria
(se admiten carcajadas). El actual Jefe de Estado fue nombrado por el general
Franco y nunca ha sido, explícitamente, ratificado por el pueblo.
Elecciones primarias de candidatos. No existen. Sólo
IU elige algunos candidatos por votación de sus afiliados, pero nunca
abiertas al resto de la sociedad. Los recientes experimentos del PSOE no
merecen el calificativo de primarias.
Destitución directa de diputados. No existe. Así
como tampoco existen los Comités de Electores que la podrían
ejercer.
Disolución del Legislativo. Responsabilidad exclusiva
del Pte. No puede ser propuesta, ni forzada por iniciativa popular.
Cese del Ejecutivo. Por moción de censura. No puede
ser propuesto, ni forzado por iniciativa popular.
Referéndum. Consultivo, nunca vinculante. Sólo
puede ser convocado por el Pte. ¡Vaya tela !
Iniciativa popular al referéndum. No existe.
Derecho de autodeterminación. No existe. Los efectos
están, sangrientamente, a la vista.
Iniciativa popular legislativa. Prohibida expresamente para
modificaciones de la Constitución, Ley Electoral y demás leyes
orgánicas. El Parlamento puede, incluso, rechazar su tramitación
(como así ha ocurrido en el primer caso que se ha dado). Este derecho,
junto con la iniciativa al referéndum, es de vital importancia.
Comisiones de investigación. Aunque de obligada comparecencia,
es posible mentir impunemente al no prestarse juramento. Sus conclusiones
no son vinculantes para nadie. Es decir, completamente inoperantes.
Consejo de Ministros. Nombrado por el Pte. sin ratificación
parlamentaria.
Fiscal General. Nobrado por el Pte. sin ratificación
parlamentaria. El fiscal general nombra, sin control alguno, los principales
fiscales.
Administración civil. Miles de subsecretarios, directores
generales, gestores de empresas públicas, etcétera... nombrados
por el Pte. sin ratificación parlamentaria.
Cúpula militar. Nombrada por el Pte. sin ratificación
parlamentaria. La justicia militar, con similares prerrogativas que la justicia
civil, es nombrada por el Pte. sin control alguno. Acojona.
Declaración de guerra. Por iniciativa del Rey con
autorización del Legislativo. No puede ser vetada o ratificada por
iniciativa popular (¡que no cunda el pánico en el local!).
Servicios secretos. Nombrados por el Pte. Sin regulación
legal. No están sometidos a control efectivo, ni parlamentario ni judicial.
Se sospecha que son verdaderos sumideros de delincuencia.
Defensor del Pueblo. Cargo, de bonito nombre, completamente
inoperante.
Libertades públicas. Migajas que no compensan tanta
mentira. Frecuentes apaleamientos de pacíficos manifestantes "no autorizados".
Libertad de expresión sepultada por la ausencia de libertad de difusión.
Y un aburrido etcétera.
Publicidad de la vida pública. Secretismo hasta en
la más pequeña actividad administrativa. Eslabón indispensable
en millones de enchufes y corruptelas. Seguro que te suena.
Emisoras de TV y radio. Requieren de autorización
política (no relacionada con los requisitos técnicos). Prohibición
expresa para abrir más emisoras de TV. La ausencia de libertad de difusión
forma parte del actual mecanismo de propaganda y engaño a la población.
Y lo que es peor todavía, en veinte años de Régimen
no se ha mejorado absolutamente nada. Aunque para tranquilidad de los optimistas,
la situación en los demás países europeos no es apenas
diferente. En fin... Mientras los políticos disfrutan del "status quo".
Mientras los intelectuales miran sus manos preguntándose cual es la
derecha. Mientras los alcampeños no se saben ni de que se está
hablando. Mientras media Universidad se escurre en el tiempo entre risas
y ácido. Mientras los proletarios y sus reinas consortes permanecen
hipnotizados por bodas reales y bazofia futbolera. Mientras tanto... mientras
tanto mi vida sigue dulcemente.
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